EMPRESA FAMILIAR

“No hay nada tan cierto en el mundo como la muerte y los impuestos”
Benjamin Franklin

Aunque los impuestos son algo inevitable, una planificación adecuada es fundamental para conseguir importantes ahorros fiscales, así como diferir el momento en que su pago haya de hacerse efectivo.

Ese es el motivo por el que en el momento de tomar decisiones en los ámbitos empresarial y  personal, deben de ponderarse las consecuencias fiscales, para así poder elegir la mejor alternativa.

Como claro ejemplo, la normativa actual establece tanto en el Impuesto de Patrimonio como en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, exenciones y bonificaciones del patrimonio empresarial, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos, referentes a porcentajes de participación en la sociedad, persona en quién recae las funciones de administración de la empresa e importe de las retribuciones que percibe por ello.